aunque la Pedagogía del Caos no lleva un proceso secuencial en la aplicación o uso de sus Herramientas para facilitar su comprensión vamos a dar en seguida un ejemplo de una de las tantas secuencias posibles en la aparición de las mismas
Usted se encuentra en una situación normal. Hay gente en el lugar, también algunas mascotas, plantas… niños que juegan y jóvenes que chatean desde sus móviles… de pronto ocurre algo inesperado, cambian las condiciones de luz, de espacio, de tiempo; todo parece saltar de su sitio, se disparan todas las alarmas de los sentidos y de las cosas; cada cual se mueve en una dirección diferente, los perros ladran y corren, algunas personas se buscan o se gritan, los más controlados consultan en su móvil las noticias… en fin, se ha disparado el caos.
Cuando todo estaba tranquilo parecía existir un solo orden, todo era regular: el sonido, el movimiento, la conversación… casi podría adivinarse el futuro siguiente de personas, animales, plantas y cosas. Cuando llega la perturbación todo se descontrola, se torna impredecible. ¿Por qué?
El Caos dota a cada uno de los elementos del sistema de pequeños o altos grados de libertad. Esto rompe al menos por un momento el equilibrio y con él se rompe la poderosa dependencia del orden, de las reglas, de las relaciones. Todos, todas y todo quedan expuestos a su propia suerte, dependiendo de sus propias decisiones; pero esos grados de libertad que se ganan, en conjunto suman una buena riqueza: la riqueza del Caos, que constituye una de las primeras herramientas de la Pedagogía del Caos.
Las perturbaciones, pueden provenir de cualquier fuente, en general actúan como desordenadoras de la estabilidad que existía en el sistema; esta es una de las primeras invitaciones que hace la Pedagogía del Caos: Remover, desordenar los sistemas que están anclados en el equilibrio, en la rutina, o que están cerrados sobre sí mismos. Esta herramienta es muy importante porque al brindar ciertos grados de libertad a los elementos del sistema (sean estos, físicos, biológicos o humanos) también activa en ellos dinámicas que los inducen a la participación.
El sistema ha empezado a oscilar en la acción de todos sus componentes; en nuestro caso, la perturbación ha generado una catástrofe y esta ha roto todos los hilos de continuidad; es como si quienes eran espectadores pasivos (humanos, plantas, animales y cosas) viviendo una rutina predecible, ahora se comportaran como actores. Entonces se disparan emociones, señales, sonidos, y en medio de ese barullo de cosas van apareciendo elementos, situaciones, momentos, que bien aprovechados pueden convertirse en germen de nuevos órdenes. Estos elementos adoptan forma de herramienta bajo el nombre de Generadores.
Pero debe haber personas que estén atentas a visualizar esos Generadores, pues es a partir de ellos de donde brota la fecundidad del caos. A estas personas, se les denomina Dinamizadores en la Pedagogía del caos. Su función no es dirigir ni conducir, es simplemente alertar sobre la aparición de generadores, pues estos son fugaces, aparecen y desaparecen como los electrones en su danza atómica.
Ahora todos los seres de ese campo de relaciones, de esa territorialidad que se movía pesadamente en su rutina, se sienten física, simbólica y circunstancialmente atrapados, porque la perturbación, que bien pudo ser un desastre natural o un inesperado suceso social, empresarial, económico, político, en fin cualquier circunstancia que introdujo desorden, caos, crisis, no parece ofrecer salidas.
Pero allí, en medio de esa oscuridad real o virtual, una pequeña abertura, una luz en el fondo del túnel, una brizna de comida, un cambio de temperatura… pueden ser generadores que hay que saber leer, recoger y aprovechar, no solo para satisfacer necesidades inmediatas sino como atractores de organización, pues alrededor de ellos puede irse arremolinando todo el sistema en un prodigioso proceso de Autoorganización. A medida que las personas, seres vivos y las cosas se autoorganizan, van surgiendo Regulaciones como forma de supervivencia y esas regulaciones probablemente estarán imbuídas de formas de cooperación.
Entonces, a medida que el sistema va adoptando cierta forma de organización, se va definiendo un borde, una membrana que empieza a contener una Mini-complejidad. Este microsistema evoluciona a partir de una serie de intercambios orgánicos de materia energía e información y se mantiene a través de una Flujicidad interna y externa y este carácter de flujos permanentes de información le permiten al sistema hacerse a una cierta idea de lo que puede devenir; es como si pudiera husmear en el futuro; a eso lo llama Configuración la Pedagogía del Caos.
El sistema sigue oscilando en una rica sopa creativa y bien sea en el medio del proceso, o al borde del caos emergen nuevas condiciones, nuevas propiedades que se constituyen en nuevos órdenes, no definitivos (porque se recaería en el equilibrio) sino de paso y a estos fenómenos y momentos los llama Reordenantes la Pedagogía del Caos.
Todos los conceptos que han aparecido en el proceso anterior en negrilla, están reseñados en el documento: herramientas de la Pedagogía del Caos. www.pedagogíadelcaos.com
Ahora veamos una gráfica elemental donde aparecen en la secuencia descrita catorce herramientas de la Pedagogía del Caos.
Con ella se invita a crear una Infografia usando como recurso metáforas como las siguientes:
Para [1a columna] = Usar [2a columna]
Equilibrio= Río estancado y en deterioro
Perturbación= Rayo
Desordenamiento= Remezón, temblor, Tsunami
Caos y grados de libertad= represa que se desborda por muchos caminos, elementos que se individualizan.
Minicomplejidad= Ameba, pequeña laguna
Dinamización= Señales, llamadas a visualizar generadores
Flujicidad= Parlante, sonido de río que se difunde
Generadores= Bombillos, destellos de luz que produce el agua
Incertidumbre Interrogación, embarcación que no sabe si va hacia aguas tranquilas o una cascada.
Configuración= Selva que se va cerrando alrededor del agua. Proyector que ilumina todo hacia adelante (pero el foco de luz empieza grande y termina pequeño)
Autoconsistencia= Todos los elementos que venían dispersos se encuentran.
Autoorganización= Algunos de los elementos o afluentes empiezan a tomar forma.
Reguladores= Vórtices, remolinos en los que entran algunos de los elementos.
Reordenantes= Nueva figura resultante de todo el proceso gráfico, pero que no se cierra sino que sigue abierta
Usted se encuentra en una situación normal. Hay gente en el lugar, también algunas mascotas, plantas… niños que juegan y jóvenes que chatean desde sus móviles… de pronto ocurre algo inesperado, cambian las condiciones de luz, de espacio, de tiempo; todo parece saltar de su sitio, se disparan todas las alarmas de los sentidos y de las cosas; cada cual se mueve en una dirección diferente, los perros ladran y corren, algunas personas se buscan o se gritan, los más controlados consultan en su móvil las noticias… en fin, se ha disparado el caos.
Cuando todo estaba tranquilo parecía existir un solo orden, todo era regular: el sonido, el movimiento, la conversación… casi podría adivinarse el futuro siguiente de personas, animales, plantas y cosas. Cuando llega la perturbación todo se descontrola, se torna impredecible. ¿Por qué?
El Caos dota a cada uno de los elementos del sistema de pequeños o altos grados de libertad. Esto rompe al menos por un momento el equilibrio y con él se rompe la poderosa dependencia del orden, de las reglas, de las relaciones. Todos, todas y todo quedan expuestos a su propia suerte, dependiendo de sus propias decisiones; pero esos grados de libertad que se ganan, en conjunto suman una buena riqueza: la riqueza del Caos, que constituye una de las primeras herramientas de la Pedagogía del Caos.
Las perturbaciones, pueden provenir de cualquier fuente, en general actúan como desordenadoras de la estabilidad que existía en el sistema; esta es una de las primeras invitaciones que hace la Pedagogía del Caos: Remover, desordenar los sistemas que están anclados en el equilibrio, en la rutina, o que están cerrados sobre sí mismos. Esta herramienta es muy importante porque al brindar ciertos grados de libertad a los elementos del sistema (sean estos, físicos, biológicos o humanos) también activa en ellos dinámicas que los inducen a la participación.
El sistema ha empezado a oscilar en la acción de todos sus componentes; en nuestro caso, la perturbación ha generado una catástrofe y esta ha roto todos los hilos de continuidad; es como si quienes eran espectadores pasivos (humanos, plantas, animales y cosas) viviendo una rutina predecible, ahora se comportaran como actores. Entonces se disparan emociones, señales, sonidos, y en medio de ese barullo de cosas van apareciendo elementos, situaciones, momentos, que bien aprovechados pueden convertirse en germen de nuevos órdenes. Estos elementos adoptan forma de herramienta bajo el nombre de Generadores.
Pero debe haber personas que estén atentas a visualizar esos Generadores, pues es a partir de ellos de donde brota la fecundidad del caos. A estas personas, se les denomina Dinamizadores en la Pedagogía del caos. Su función no es dirigir ni conducir, es simplemente alertar sobre la aparición de generadores, pues estos son fugaces, aparecen y desaparecen como los electrones en su danza atómica.
Ahora todos los seres de ese campo de relaciones, de esa territorialidad que se movía pesadamente en su rutina, se sienten física, simbólica y circunstancialmente atrapados, porque la perturbación, que bien pudo ser un desastre natural o un inesperado suceso social, empresarial, económico, político, en fin cualquier circunstancia que introdujo desorden, caos, crisis, no parece ofrecer salidas.
Pero allí, en medio de esa oscuridad real o virtual, una pequeña abertura, una luz en el fondo del túnel, una brizna de comida, un cambio de temperatura… pueden ser generadores que hay que saber leer, recoger y aprovechar, no solo para satisfacer necesidades inmediatas sino como atractores de organización, pues alrededor de ellos puede irse arremolinando todo el sistema en un prodigioso proceso de Autoorganización. A medida que las personas, seres vivos y las cosas se autoorganizan, van surgiendo Regulaciones como forma de supervivencia y esas regulaciones probablemente estarán imbuídas de formas de cooperación.
Entonces, a medida que el sistema va adoptando cierta forma de organización, se va definiendo un borde, una membrana que empieza a contener una Mini-complejidad. Este microsistema evoluciona a partir de una serie de intercambios orgánicos de materia energía e información y se mantiene a través de una Flujicidad interna y externa y este carácter de flujos permanentes de información le permiten al sistema hacerse a una cierta idea de lo que puede devenir; es como si pudiera husmear en el futuro; a eso lo llama Configuración la Pedagogía del Caos.
El sistema sigue oscilando en una rica sopa creativa y bien sea en el medio del proceso, o al borde del caos emergen nuevas condiciones, nuevas propiedades que se constituyen en nuevos órdenes, no definitivos (porque se recaería en el equilibrio) sino de paso y a estos fenómenos y momentos los llama Reordenantes la Pedagogía del Caos.
Todos los conceptos que han aparecido en el proceso anterior en negrilla, están reseñados en el documento: herramientas de la Pedagogía del Caos. www.pedagogíadelcaos.com
Ahora veamos una gráfica elemental donde aparecen en la secuencia descrita catorce herramientas de la Pedagogía del Caos.
Con ella se invita a crear una Infografia usando como recurso metáforas como las siguientes:
Para [1a columna] = Usar [2a columna]
Equilibrio= Río estancado y en deterioro
Perturbación= Rayo
Desordenamiento= Remezón, temblor, Tsunami
Caos y grados de libertad= represa que se desborda por muchos caminos, elementos que se individualizan.
Minicomplejidad= Ameba, pequeña laguna
Dinamización= Señales, llamadas a visualizar generadores
Flujicidad= Parlante, sonido de río que se difunde
Generadores= Bombillos, destellos de luz que produce el agua
Incertidumbre Interrogación, embarcación que no sabe si va hacia aguas tranquilas o una cascada.
Configuración= Selva que se va cerrando alrededor del agua. Proyector que ilumina todo hacia adelante (pero el foco de luz empieza grande y termina pequeño)
Autoconsistencia= Todos los elementos que venían dispersos se encuentran.
Autoorganización= Algunos de los elementos o afluentes empiezan a tomar forma.
Reguladores= Vórtices, remolinos en los que entran algunos de los elementos.
Reordenantes= Nueva figura resultante de todo el proceso gráfico, pero que no se cierra sino que sigue abierta